Aplica una crema hidratante en el cuerpo y las manos después del baño o lavado. Esto ayuda a mantener la piel hidratada, especialmente en áreas que tienden a secarse como codos, rodillas y manos. Opta por cremas con ingredientes naturales como aceite de coco o aloe vera.

Antes de aplicar una crema hidratante, exfolia suavemente la piel una o dos veces por semana para eliminar células muertas y mejorar la absorción de los productos. En las manos, usa exfoliantes específicos para no dañar la piel sensible.

En invierno, usa cremas más espesas para proteger la piel del frío y el viento. Durante el verano, elige lociones ligeras con protector solar para prevenir daños causados por los rayos UV.

Aprovecha las noches para aplicar cremas más nutritivas y reparadoras en el cuerpo y las manos. Para un cuidado profundo, usa guantes de algodón después de aplicar crema en las manos, lo que potenciará la hidratación y suavidad al despertar.